El Representante Comercial se encarga de identificar y desarrollar nuevas oportunidades de negocio, incrementar la visibilidad y la credibilidad de la marca, y fortalecer las relaciones con los clientes y socios clave. Esta figura es esencial para entender las necesidades del mercado y del cliente, proponiendo soluciones innovadoras y rentables que se ajusten a las prioridades estratégicas de la organización. Para desempeñar este papel con éxito, el Representante Comercial debe tener una amplia experiencia en ventas, conocimientos profundos del mercado y de los productos/servicios ofrecidos, así como habilidades sólidas en análisis, planificación y ejecución. Deberá asumir el liderazgo en la elaboración y implementación de planes de acción que propicien el aumento de las ventas y la expansión de la base de clientes, garantizando siempre la entrega de resultados relevantes y medibles. Mantener actualizados los conocimientos sobre el mercado, las tendencias y tecnologías emergentes, permitiéndole dar respuestas precisas y tácticas pertinentes para lograr objetivos y metas empresariales.